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Mostrando las entradas de septiembre, 2025

ENCIMA DE MI ESCRITORIO PENDE UNA ESCOPETA

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  Afortunadamente, no está apuntándome. Mi escopeta es un lindo recuerdo que me llena de una “nostalgia activa”. Esta nostalgia no tiene nada de lamento: fue mi compañera de cacería y símbolo de seguridad en entornos difíciles. Aún hoy es motivo de orgullo, y me invita a recorrer nuevos espacios acordes con mi edad. Representa mi capacidad de afrontar riesgos, de explorar, algo que sigo sintiendo vigente. Quiero vivir plenamente mi intimidad, mi hogar. Es mi forma de protegerme contra la masificación. Deseo ser yo mismo, conservar mi integridad, leer sin prisas, volver sobre Ortega y Gasset, buscando como él una razón humilde que me ayude a vivir. No pretendo contagiar mis opiniones, sino conservar mi punto de vista, que es indelegable. No debemos medirnos sino con nosotros mismos. Escribir mis crónicas me obliga a tener presentes mis raíces. Es necesario volver al origen para poder orientarse de nuevo. “Original”, etimológicamente, significa el lugar del que uno se levanta. Mi cas...

“PASA QUE AL RECUERDO LE DA POR EMBELLECER LAS COSAS”

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CRÓNICA # 100   “Pasa que al recuerdo le da por embellecer las cosas”. Esta bella frase en la novela Aire de Tango explica muchas de mis crónicas. Las cosas toman su verdadera importancia cuando, perdido su sabor de urgencia, de actualidad, aparecen en la memoria y podemos encontrarles su perfil esencial y saborearlas. Los buenos recuerdos son la presencia de la felicidad que no nos abandona. La casa de mi abuela materna, entre austera y pobre, que me acogió en pañales, tomó para mí el valor de refugio, de centro del mundo en mi primera infancia. Una casa llena de amor generoso. La vendió mi abuela al transformarse el sitio por la nueva plaza de mercado para Manizales. Terminó siendo casa de citas más una crónica del nieto.  “La casa de mi abuela”. Otro recuerdo: La hacienda La Arabia, de propiedad de los Londoño,  con una magnífica casa tradicional antioqueña, de amplios corredores, con cuartos enormes, rodeada de altas palmeras y un gigantesco y viejísimo árbol de mango...

EL MEJOR ESTADO DEL HOMBRE

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  Estar joven, lleno de energía ,es lo que muchas veces nos proponen como el nirvana de la vida. Para otros es el estar enamorado y bien correspondido. Los menos sueñan con sumergirse en la contemplación divina y así alcanzar la plenitud. Los más piensan solo en su éxito social y económico los llevará allí. Tremendos contrastes. No discuto la satisfacción que estas experiencias pueden traernos, pero mi vida, ya un poco larga, me indica que la juventud siempre pasa, el amor está lleno de vaivenes y alcanzar la cima de la contemplación, estar con Dios, es de muy pocos privilegiados. Y afirmo, con plena seguridad, lo vano de cifrar la felicidad en el éxito social y económico. ¿Qué nos queda? Ahora, con dos buenos rones en mi cabeza, creo firmemente que el estar prendido, achispado, copetón, templadito, contentillo, entonado, a medio palo, es el mejor estado del hombre. Todo nos sonríe, nos sentimos aceptados, dispuestos para todo, la música nos llega de una manera especial que nos hac...

UNA CARTA: PUENTE ENTRE DOS VIDAS

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  Hace mucho tiempo —unos 56 años— le escribía a mi novia, en una de tantas cartas, frases enamoradas como: «para acercarnos al día en que la ausencia se canse para siempre de esperarnos». Hoy las releo con emoción. Gracias a Dios, la ausencia se cansó y seguimos juntos. Es difícil expresar la importancia que, en aquellos días, tenía para mí enfrentarme a una hoja de papel, como si fuese un puente entre dos vidas. Ya existía la costosa comunicación telefónica directa entre teléfonos fijos, a menudo precaria y con la posibilidad de ser escuchados por terceros. No me bastaba. Para mi generación, una carta escrita a mano, bien lograda, era algo insuperable. Solía redactar borradores, siempre con tachones. Más allá del simple y machacón noticiero cotidiano, quería plasmar lo verdaderamente significativo. La carta me encarnaba; debía estar bien presentada, con cierta etiqueta. Requería tiempo y reflexión. No era una respuesta inmediata a una pregunta precipitada —como en WhatsApp— y, ad...