SEMANA MAYOR
Preferí este título al de Semana Santa. Yo he pasado muchas Semanas Mayores y pocas semanas santas. Desde mi primera infancia viví en la casa de mi abuela materna. Un ambiente liberal de muchas caras. Todas respetuosas del marco religioso que las envolvía, pero expresando con libertad sus formas de sentir y vivir la vida. No se dejaban enjaular. El rey era mi tío Arturo, tantas veces mencionado por mí. Cada vez lo siento como alguien muy especial, como un maestro innato que llenaba de alegría sus lecciones. En el desayuno nos enseñaba, a mi hermana Berta y a mí, a conocer el mapa de Colombia construyéndolo a mordiscos, en la gran arepa antioqueña que siempre nos acompañaba. No se me olvidan ni él, ni el mapa. Saboteaba el rosario diario de mi abuela entrando de improviso con una fanfarria de circo con su armónica ( para pan pan pan pan pan ), arriesgándose a los pellizcos de la nana. Cuando estábamos en Aguadas, la tierra natal de los Jaramillo, en la Semana Santa , resaltaba aspectos