A SU MANDAR

Don José Echeverri Restrepo, cuando terminaba de atender a un cliente en su Farmacia Cervantes, decía siempre sonriente “a su mandar” . Era un hombre corpulento, muy alto, un personaje amable. Lo especial del mensaje y el nombre de su droguería “Cervantes” bien indicaban la influencia, en su formación, del padre Nazario Restrepo, un tío suyo especialmente culto, polifacético, educador, y para muchos un precursor del grecolatinismo caldense. Las dificultades económicas de su familia no le permitieron estudiar medicina. Se graduó de farmaceuta y buscó ser un autodidacta en muchos temas médicos. Con tenacidad y esfuerzo montó su propia y exitosa farmacia. Por muchos años viví en la casa contigua al edificio donde estaba la Cervantes y habitaba la familia Echeverri. Yo solo tenía una hermana que estudiaba interna y luego se casó muy joven; así mis compañeros de juego eran los hijos de don José, solo nueve, y yo llegué a sentirme parte de su familia. Él me te...