DESCARBONANDO MI LAND ROVER
Yo, como buen manizaleño, no pasé de la mula al avión sino al Land Rover. Estaba muy joven y fácilmente creía en los cuentos sobre su fácil y divertido mantenimiento.
Me hablaron de la carbonilla, acumulación de residuos sólidos de carbono que se forman principalmente por la combustión incompleta del combustible que afectan el rendimiento y la vida útil del motor. La solución montañera y fácil recomendada, la descarbonada, eludiendo el costo de taller, era correr el vehículo a su velocidad máxima por mínimo diez minutos, la alta temperatura del motor debía disolver la carbonilla. Me gustó y procuraba aplicarla, según los cánones pueblerinos, cada 10.000 kilómetros de recorrido. Era un peligro, pero en Manizales era imposible de realizar por las precarias y empinadas vías.
Estudiando en Medellín invité a un compañero boyacense a hacer este mantenimiento. Nos citamos a la 11 pm y nos fuimos, aprovechando el bajo tráfico, a la autopista sur. Nos aplicamos un aguardiente doble y comenzó la alocada carrera.
Varios sustos, violentos bandazos, carros en desbandada. El copiloto me avisó que ya habíamos cumplido el tiempo para descarbonar y yo, por mi inexperiencia, frené bruscamente. Creímos matarnos, parecíamos un trompo girando, y milagrosamente ilesos y aterrados terminamos mirando hacia donde veníamos. No volví a utilizar el remedio.
Pocos años después, estando viviendo en Bogotá, me invitaron al matrimonio en Medellín de mi copiloto descarbonador, y me contaron del viaje de luna de miel a su natal Boyacá. Con remordimiento de haberlo involucrado en la aventura pasada, le ofrecí mi Land Rover para esta, su viaje de bodas, y dejé todo organizado para que lo recogiera en El Dorado. Le avisé de mi idea, me dio las gracias, pero evitó comentarme que no tenía pase y apenas sabía cómo defenderse ante el volante. Le daba pena, y con afán de dignidad, ocultó su debilidad y recogió el vehículo. Los novios sobrevivieron a su falta de pericia y aun hoy , lo hacen a un matrimonio de décadas.
Comentarios
Publicar un comentario